Rodando con filosofía

Hoy me he despertado a las 4:15, con algo de pereza me he levantado, cumpliendo el ritual matutino correspondiente. Hoy no tenía muchas ganas de bajar a correr, así que he decidido preparar la mochila para cambiarme en el trabajo, como represalia a mi falta de motivación, he bajado a la calle y a las 5:30 he comenzado con el rodaje dando 3 vueltas al circuito de 1.400 mts, todo esto con mochila a la espalda, una vez dada las tres vueltas, me he dirigido rumbo a las Avd. De los Majuelos donde he rodado hasta que se ha cumplido en el GPS el km 8, ahí he virado volviendo sobre mis pasos para bajar en dirección hacia el trabajo. Al final 11 km en 1 hora 22 minutos, me ha salido a un ritmo de 7 minutos 31 segundos por km.
He rodado cómodo, sin agobios me he permitido el lujo en el km 7 de tirar con ganas influenciado por The Call of KuluKulu de Metallica con la Orquesta de San Francisco, haciendo este km en 5:50, que para mí es un ritmaso, lamentablemente la siguiente canción era Your Beatiful y mis biorritmos se han suavizado.
En cuanto a mis hábitos relativos a mis horas de sueño, os diré que me acuesto como las gallinas a las 20:30 estoy en la cama con mi mujer y mi hija pequeña viendo tele y jugando con la enana, normalmente desconecto de la realidad entre las 22:00 y las 23:00, depende de lo que echen por la tele, y del pesado de mi hijo mayor que me machaca jugando al ajedrez.
En otro orden de cosas Miguel, no hago nada del otro mundo, llevo conmigo mi móvil, que es la herramienta que utilizo para certificar que lo que narro es verídico, y que no engaño a nadie, para que personas como yo tengan como referencia que una vida más sana y plena se puede conseguir atreves del esfuerzo personal, y que tener sobrepeso no debe ser un lastre a la hora de hacer lo que nos gusta y nos hace feliz; que en mi caso es la carrera a pie.
No pretendo ser ejemplo ni adoctrinar solo demostrar que el control de nuestra vida depende de nosotros, y no del entorno, que si bien es verdad que nos influye, nosotros también influimos sobre este, principio físico de acción-reacción, así que si nosotros confiamos en nuestras capacidades, en la mayor parte de los desafíos, terminaremos imponiéndonos. Otro incentivo es dar ejemplo a mi hijo de 11 años que con esfuerzo, sacrificio y dedicación todo en el mundo puede estar al alcance de nuestras manos, y que mediante tales acciones crecemos como personas haciéndonos mejores para nosotros mismos y por ende para los demás.
Bueno compañeros un saludo desde Tenerife y muchas gracias por vuestros comentarios.